Hacia el 2012 la gente podría construir granjas solares sobre cuencas hidrográficas industriales. Los paneles solares flotantes en desarrollo podrían ayudar a resolver el conflicto de establecer plantas de energía solar sin perder un espacio valioso o crear una obstrucción.
Al igual que los mares abiertos, los lagos naturales y las playas turísticas, las cuencas hidrográficas industriales existen para propósitos tan útiles como la irrigación en la agricultura o el enfriamiento de una planta de energía nuclear. Por lo tanto, varias hectáreas de paneles solares sobre el agua no se inmiscuirían en los alrededores, sino que más bien se convertirían en una forma inteligente de utilizar un espacio humano modificado.
Los paneles flotantes son capaces de usar las aguas que se encuentran por debajo para enfriarse, permitiendo unas células solares de silicio más eficientes, que normalmente se enfrentan a problemas de sobrecalentamiento cuando son utilizadas en otros lugares. Son diseñadas para ser modulares, lo que permite a un consumidor adaptarlas fácilmente a una cuenca, basándose en la cantidad de generación de energía deseada. Cada módulo produce 200 kilovatios. Y para incrementar la producción hay que agregar más módulos.
Resultantes de una colaboración entre la compañía israelí Solaris Synergy y el grupo francés EDF, los paneles solares también minimizan el impacto ambiental a través de su “respirable” diseño. Las plataformas de los paneles permiten que el oxígeno todavía alcance el agua situada abajo para que las plantas y los animales puedan seguir viviendo en esas cuencas, aunque quizás con más sombra. El equipo está lanzando un prototipo en el sureste de Francia, concretamente en la cuenca de una instalación hidroeléctrica. Durante nueve meses supervisarán su funcionamiento en varias temporadas y condiciones, con la esperanza de contar con un sistema que se pueda vender comercialmente en junio de 2012.
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